

Un encuentro con la misericordia será para nosotras el camino a seguir realizando nuestro apostolado de la salud, con una actitud humanizadora y evangelizadora, que haga presente los gestos y palabras de Jesús Misericordioso; que infunda consuelo y esperanza a los que sufren. Una pastoral que anuncie al Dios de la Vida, que promueva la justicia y la defensa de los derechos de los más débiles y enfermos.
El apostolado de la salud abarca diversas instituciones las cuales clasificamos en: dispensarios, centros de salud, clínicas, sanatorios y hospitales.
Acoger con amor misericordioso a los enfermos y a los que sufren, mediante una atención integral al estilo de Jesús Buen Samaritano, María Santísima y San Francisco de Asís, respetando y defendiendo la vida, ayudando a transformar el dolor y la soledad en medios para encontrarse con Cristo.